En este libro
Walter Benjamin me lleva a conocer y afirmar la información sobre la historia
de la fotografía. “La fotografía vino a afirmar el testimonio”, me vino a la
mente Fox Talbot mencionado en las
anteriores lecturas sobre la fotografía, al mencionarse la cámara oscura, que
dio lugar a la creación de la cámara al
querer fijar esas imágenes obtenidas. Niépce y la primer fotografía desde su
ventana 1826, Daguerre y boulevard du
temple primer daguerrotipo en 1838, y su invento que aprovecho el Estado el
Poder para hacerlo una cosa pública, consumo y ese primer decenio exitoso, con
fotógrafos como Cameron, Hugo, Nadar, llevando a su rápida industrialización
capitalista. Me llamo la atención y me hizo pensar en la evolución de la
ciencia, la tecnología y el pensamiento del ser humano, ante la nueva técnica
que es fotografiar, lo bueno y lo malo sobre este invento que nos cambió la
vida, en el escrito cita a Der Leipziger Anzeiger que menciona,
que pretender fijar fugaces espejismo es una cosa imposible, y que el deseo de
proponerlo es mera blasfemia, el hombre está hecho imagen de dios y ninguna maquina humana puede
fijar la imagen divina, un artista puede producir los rasgos divinos del hombre
sin ayuda de maquina alguna, y ese cambio de perspectiva con la defensa del
invento de Daguerre, el informe del físico François Arago (1839) y su discurso que radica
en que este nuevo invento funciona en
todos los aspectos de la actividad humana, mas importante a mi parecer para la exploración
científica. La realidad quemo de cabo su carácter de imagen, la naturaleza que
habla a la cámara es distinta a la que nosotros miramos, porque en lugar de un
espacio conscientemente predispuesto por el hombre, aparece un espacio tramado
de inconsciente, podemos distinguir la
manera de andar de la gente pero no su postura en fracciones de segundo, la
cámara nos ofrece esta oportunidad, observar texturas gracias a su técnica, ese
inconsciente óptico, nos muestra un mundo en las cosas más pequeñas como en las
imágenes de Karl Blossfeldt (1928).
La llegada del invento de Daguerre cambio la
forma de apreciar la pintura, acelero su producción con esas miniaturas de retratos, los
comerciantes se apresuraron a ser fotógrafo, vino el retoque del negativo y así
comenzaron a abundar los álbumes fotográficos, este rápido desarrollo de la
tecnología nos permite ahora almacenar imágenes en nuestros dispositivos un
gran álbum de recuerdos. Me agrado
bastante la forma en que habla de la cámara
esa manera poética, aludiendo con los trabajos Eugène Atget, creador de
la fotografía surrealista haciendo una atmosfera muy limpia en su fotografía,
buscaba lo que se pierde en el entorno, había la necesidad de hacer imágenes de
detalles, en sus fotos la ciudad esta despejada como un piso que no tiene un
inquilino, la fotografía surrealista crea una saludable distancia entre el
hombre y su entorno “deja a la mirada políticamente educada el campo libre,
relegando la intimidad en beneficio de la comprensión del detalle”. La
fotografía nos permite un estudio sobre todo en el cambio social y sus cambios
a través de tiempo August Sander y su colección de retratos nos ofrece vistas de personas de distinta clase social que nos
dice que hay una anatomía comparada que permite
comprender la naturaleza y la historia de nuestros órganos la fotografía
de Sander va más allá del detalle ofreciendo una perspectiva científica.
La fotografía
es un invento indispensable para la vida
del ser humano la cámara la máquina que nos permite esta magia y que ha
evolucionado a través del tiempo ofreciéndonos un instante de una realidad, una
imagen construida con miles de sentimientos un recuerdo afirmación de nosotros
mismos en el paso del tiempo, incide en la ciencia, el arte, el consumo, construye
relatos, experimento y aprendizaje, “cuando el Daguerrotipo, creatura colosal,
crezca, cuando toda su arte y toda su fuerza se hayan desarrollado, entonces el
genio del arte lo cogerá por el cogote y gritara muy alto! Ven aquí me
perteneces trabajaremos juntos”